Viaje
hacia el Reconocimiento de las Metodologías activas como apuesta a la Educación
Inclusiva.
Path
towards the Recognition of active Methodologies as a commitment to Inclusive
Education.
Introducción
En el marco de dar a conocer el rol de la
educación especial desde una apuesta interdisciplinar con miras a una educación
inclusiva, el proceso de investigación se desarrolla en el marco del trabajo de
grado titulado “Metodologías Activas: una apuesta a la educación
inclusiva desde la sistematización de experiencias de los docentes de la IED
Técnica La Violeta y sede Pío X (Gabriel) del municipio de Sopó, Cundinamarca”.
Nos permite, en palabras de (Yarza, 2005, p.302), desarrollar un
proceso que “conlleva a
una enseñanza para el afuera, para el viaje, para el desplazamiento, para la
navegación, para nadar, para partir(se), para dejar(se), para atravesar(se)”,
convirtiéndose en una travesía compartida que, en lugar de ser un destino fijo,
se presenta como un recorrido dinámico, que se construye en cada viaje, se
emprende para aportar a otras miradas de abordar el aula y construir en
colectivo.
En
este sentido, cada paso del viaje se revela como una parada en un camino que
invita a la reflexión, desde el reconocimiento del contexto hasta la
identificación de preguntas que nos confrontan. Aquí, las diferencias se
convierten en brújulas que guían la práctica docente, permitiendo un
entendimiento más profundo de las dinámicas que influyen en el aprendizaje;
así, a medida que exploramos las subjetividades, las metodologías activas
emergen faros de cambio, promoviendo un enfoque que valora cada experiencia.
Sin
embargo, el viaje no termina en la reflexión, pues la búsqueda de una educación
inclusiva se convierte en un llamado a la acción; en este marco, se
materializan nuevas interacciones que enriquecen el aprendizaje y el valor que
se da a cada estudiante y docente que participa. Por lo que se logra
reflexionar sobre el impacto de esta experiencia, una transformación de la
mirada hacia la educación especial, que se desliga de relacionarse únicamente
con la discapacidad y se permite tomar el camino del tejido social, donde la
práctica pedagógica se teje en una red de significados que reconocen y dialogan
la diferencia.
La
metodología de la investigación se fundamenta en el enfoque cualitativo, el
cual busca comprender y describir fenómenos sociales en su contexto natural.
Según Graham Gibbs (2007), “La investigación cualitativa pretende acercarse al
mundo de ‘ahí fuera’ (no en entornos de investigación especializada como los
laboratorios) y entender, describir y algunas veces explicar fenómenos sociales
desde el interior” (p. 14), un enfoque que nos permite acceder a las
experiencias vividas, interacciones y documentos en su contexto real, lo que es
crucial para captar la complejidad de las situaciones educativas que estamos
analizando. Así mismo, la investigación cualitativa, en este sentido, se centra
en las particularidades de las experiencias humanas y busca una comprensión
profunda de las dinámicas que emergen en el aula, como lo afirma Gibbs (2007),
este enfoque permite “acceder a las experiencias, interacciones y documentos en
su contexto natural y en una manera que deje espacio para las particularidades
de esas experiencias” (p. 15). Al adoptar un diseño de investigación desde la
perspectiva de sistematización de experiencias pedagógicas, no solo se limita a
la recolección de datos, sino que se enfoca en la interpretación y el análisis
crítico de las realidades educativas.
En esta línea, se le da una mirada y un trazo
a la investigación en la que se ve la sistematización como un viaje que implica
producir conocimiento crítico a partir de la práctica, el cual se relata y presenta mediante el
diseño metodológico que se estructura desde la perspectiva de Jara
(2011), que propone cinco paradas: punto de partida, preguntas iniciales,
recuperación del proceso vivido, reflexiones a fondo y punto de llegada; por lo
tanto, este da cuenta de la ruta que se lleva a cabo para lograr la aplicación de las metodologías
activas.
Figura 1
Ruta metodológica de la sistematización.
Nota: El gráfico emerge de los momentos propuestos por Jara
(2011).
Recorriendo Nuevos Horizontes
El viaje inicia por la Primera parada o Punto
de partida, enmarcada en el reconocimiento y lectura del
contexto con base en las diferencias; un aspecto que fue constituido desde el
recorrido por las instituciones y el diálogo con los docentes, un acto
significativo basado en el disfrute de cada sujeto que habita el aula,
permitiendo la contextualización con una mirada en los aspectos sociales,
políticos, económicos, culturales y educativos que son construidos a partir de
las perspectivas recolectadas durante nuestra observación participante.
En este sentido, se contextualiza el espacio
de sistematización con una ubicación más amplia en el municipio de Sopó,
perteneciente al departamento de Cundinamarca; este se sitúa en la intersección
entre lo rural y lo urbano, experimentando un crecimiento económico ligado al
turismo y la producción agrícola y lechera. Sin duda alguna, este entorno
tranquilo se ve influenciado por la expansión de Bogotá (capital de Colombia),
que ha traído consigo una mezcla cultural y un aumento de industrias y
edificios residenciales, pues a pesar de sus características rurales, Sopó
presenta una infraestructura que refleja esta transformación, lo que genera una
dinámica social rica y diversa.
Por su lado, las veredas de La Violeta y Gabriel destacan por su paisaje
agrícola, donde la economía local se basa principalmente en la agricultura y la
ganadería, que pintan sus montañas verdes con olor a fresas, frijoles, papas,
girasoles y leche; lugares de fácil acceso con vías pavimentadas y rutas de
transporte público con 30 minutos de diferencia, lo que facilita la conexión de
los habitantes con el municipio. (Plan de Desarrollo Municipal 2020 - 2023).
Figura
2
Vereda
Gabriel, Municipio de Sopó, Cundinamarca.
Nota: fotografía tomada por las autoras de la
vereda.2022
En
aquellas veredas se encuentran las Instituciones Educativas, la IED Técnica La
Violeta y su sede de primaria Pio X (Gabriel), espacios sumergidos por la
naturaleza, enfocándose en un aprendizaje significativo y en la formación
técnica agropecuaria, como diálogo constante con las dinámicas del contexto;
así mismo, entre las instituciones y las veredas se reconoce una enriquecedora
interculturalidad, donde se validan los saberes previos y la historicidad. No
obstante, se observan desafíos frente a los procesos de inclusión, ya que al
llegar al contexto los docentes muestran gran preocupación al no saber qué
estrategias utilizar en el aula para los estudiantes con discapacidad; aun así,
en sus discursos mencionan que el reto está en los factores que transversalizan
el aula, lo que requiere de una atención a las diferencias, por lo que buscan
seguir construyendo desde el pensamiento crítico y la educación para la vida;
aspecto que influye significativamente en el acercamiento y afinidad entre
docentes y educadoras especiales, determinando la participación y construcción
interdisciplinar durante el recorrido.
Incógnitas
que Forjan Caminos
Esta acción de lectura del contexto se
articula con la segunda parada “Preguntas iniciales”, que, como
su nombre lo indica, es un espacio de cuestionamiento frente a ¿Qué queremos
sistematizar?, ¿De qué forma lo haremos?, preguntas resueltas en la
identificación de tres ejes problematizadores: Primer eje problematizador, “motivación
y emociones en el proceso de enseñanza-aprendizaje”.
Aquí destaca la desmotivación y el manejo emocional como aspectos centrales que
generan preocupación en los docentes, lo cual se debe a las dificultades que
enfrentan para abordar situaciones relacionadas con factores contextuales y las
relaciones interpersonales que afectan el aprendizaje de los estudiantes; por
ello, la necesidad de que los docentes reconozcan la interseccionalidad como un
enfoque fundamental para comprender a sus estudiantes en todas sus dimensiones.
De
esta manera, emerge el segundo eje problematizador denominado “influencia de
los estilos de enseñanza en el proceso educativo”, donde se revela la
falta de interés de algunos docentes al momento de reconocer sus estilos de
enseñanza, comprendiendo que algunos se centran en la simple transmisión de
conocimientos sin cuestionar ni fomentar el pensamiento crítico en los
estudiantes; lo que impide reflexionar sobre
las estrategias que se llevan al aula. Por consiguiente, se dejan de lado las
diferencias como aspecto transversal en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Por
último, el tercer eje problematizador, denominado “sentires y articulación
de los docentes frente a la implementación de metodologías activas”, en
medio del reconocimiento del contexto, se reconocen cuestionamientos e
inquietudes por parte de los docentes al momento de diseñar actividades para
estudiantes con discapacidad o a quienes ellos consideran con problemas de
aprendizaje; por tanto, se debe generar diálogo reflexivo frente al
quehacer pedagógico, especialmente en la planificación de actividades y
acciones que abarque la inclusión desde el reconocimiento de las diferencias en
el aula.
Trazando
Mapas de lo Vivido
Una vez definida la ruta a seguir, llega el
momento de relatar de manera descriptiva las experiencias, aspecto que le
compete a la tercera parada Recuperación del proceso vivido, un
proceso relatado mediante las categorías de investigación, las cuales permiten
un análisis organizado a través de un hilo conductor desde la narración
pedagógica.
Inicialmente, durante nuestro recorrido por
el contexto, se identifican cuestionamientos acerca de la acción pedagógica y
desconocimiento frente a la educación inclusiva y el rol de la educación
especial dentro de la institución educativa; por ende, se crea el espacio
denominado “Encuentro de construcción colectiva”, cuya finalidad es
recoger los sentires, los saberes y la experiencia para llegar a la reflexión a
través del diálogo y la construcción interdisciplinar.
Figura 3
Encuentro de construcción colectiva con
docentes de las IEDs La Violeta y Pio X.
En aquel intercambio de saberes, los docentes
expresan su preocupación ante la desmotivación y las emociones de los
estudiantes; así, se propone abordar este aspecto como eje transversal en la
investigación pedagógica y proceso a sistematizar. Aquella categoría inicia con
un viaje introspectivo por los espacios que habitan día a día, una cartografía
de relaciones que da cuenta de las dinámicas en el contexto educativo; desde espacios
naturales que se convierten en refugios donde pueden ser ellos mismos y expresarse
sin miedo a ser juzgados, hasta lugares donde aparece la dominación como
aspecto que crea tensiones ideológicas de poder o discriminación.
Entre
las tensiones se encuentra la huerta escolar, que de cierta manera no logra
escapar de este tumulto, ya que muchos estudiantes no ven su valor, sienten que
las dinámicas internas y los conflictos limitan su participación y aprendizaje;
en contraste, hay una profunda conexión cultural y socioeconómica con la
agricultura y la ganadería, creando un vínculo, el cual se nota en los rostros
de aquellos sujetos que la habitan. No obstante, el aspecto más trascendental
de esta cartografía es la manera en que los estudiantes conciben el espacio de
orientación, ya que se convierte en otro territorio de desencuentro; teniendo
en cuenta que los estudiantes lo relacionan más con el alivio de dolencias
físicas que con el apoyo emocional, dejando a los jóvenes en una búsqueda
constante de comprensión y ayuda.
Esto revela una verdad ineludible: la
necesidad urgente de transformar la comunidad educativa en un espacio inclusivo
donde se reconozcan las emociones de los estudiantes; de esta manera, nace el
buzón de sentires, el cual se convierte en un integrante más en el viaje en el
que los estudiantes pueden expresar sus emociones. Un ejemplo de ello, como
menciona el estudiante de grado noveno: “Soy muy sociable con mi mamá, pero
me da miedo decirle mis problemas, no me gustaría verla llorar, soy una persona
que se apega muy fácil y me aguanto mucho las emociones” (Estudiante 1,
2023).
Esta y otras voces aparecen en el transcurso
del proyecto colectivo denominado “Las emociones ejemplificadas desde el
juego”, del cual participan estudiantes de grado cuarto, quinto, octavo y
noveno, que durante un mes asumen retos de autocontrol emocional, donde a
través del Aprendizaje Basado en Proyectos los estudiantes crean un juego que
enlaza las temáticas de autorreconocimiento, reconocimiento de las emociones,
la relación con el otro y el autocontrol, los cuales son abordados desde
distintas dinámicas que cautivan la atención y el interés por participar del
proceso.
En medio del diálogo con los docentes acerca del proceso
que se lleva sobre las emociones y la
motivación, se amplía la mirada hacia los factores académicos a partir de la
categoría estilos de enseñanza y aprendizaje; siendo necesario el paradigma
cuantitativo mediante el proceso de adaptación y aplicación del “Cuestionario Honey-Alonso de estilos de aprendizaje” y de estilos de
enseñanza del “Cuestionario de estilos de enseñanza de Martínez”. Cabe
mencionar que, este análisis cuantitativo emerge reflexiones a los docentes
frente al accionar en el aula, que le da ese sentido al dato desde la voz, el
diálogo y recobra valor el número desde la reflexión, siendo el estilo de
enseñanza funcional el que predomina con un 60%, seguido del estilo abierto con el 30% y el multiestilo con 10%.
Por otra parte, el estilo
de aprendizaje que predomina es el reflexivo con un 27%, seguido del estilo
teórico con un 24%; luego el multiestilo con el 22%;
después el pragmático con un 15% y finaliza el estilo activo con el 12%.
Es importante mencionar que por curso prevalece un estilo diferente, lo que
determina las relaciones interpersonales y las dinámicas pedagógicas en el
aula; lo cual, en dadas situaciones, llega a modificar los estilos de enseñanza
de los docentes, un aspecto constructivo, como lo menciona un docente "El
estilo de enseñanza Multi ha sido como un aprendizaje. Yo siempre no he sido
así, precisamente he tratado de ser como muy flexible, entendiendo que en el
aula me encuentro universos múltiples, sobre cómo les gustaría aprender"
(Parlanchín Andante, 2024).
Aquel recorrido que se realiza frente al
reconocimiento de las subjetividades se materializa en la categoría de la
aplicación de las metodologías activas, entendidas como “aquellos métodos,
técnicas y estrategias que utiliza el docente para convertir el proceso de
enseñanza en actividades que fomenten la participación activa del estudiante y
lleven al aprendizaje” (Labrador y Andreu, 2008, p. 5). De tal manera, en este
apartado la construcción interdisciplinar se convierte en un eje fundamental y
se plantea un espacio de rutas de enseñanza mediante la plataforma Classroom, donde se encuentran presentaciones, recursos y
materiales de las metodologías activas. Allí, cada uno de los docentes de la
institución tuvo la oportunidad de acercarse y reconocer cada una de las
metodologías activas; donde 8 docentes deciden unirse a este viaje.
Comprendiendo esto, nos sumergimos en una
nueva aventura interdisciplinar, una construcción entre docentes y educadoras
especiales, que trae consigo situaciones problemáticas frente a los espacios y
tiempos para reunirnos a dialogar y crear; de tal manera, se busca una
alternativa desde la metodología activa de aula inversa que posibilita otros
momentos y ritmos. Para esto se utiliza la plataforma Classroom,
esta se puede consultar en el enlace. que encuentra a continuación: https://classroom.google.com/c/NjY4Mjk4MTQ4Njg4?cjc=fvyc7jv, en esta se crea un espacio denominado
“Explorando rutas de enseñanza”, a fin de dar a conocer las distintas metodologías
activas a los docentes. De este proceso, seis docentes de la IED Técnica La
Violeta toman la decisión de unirse al viaje que se realiza desde un
acompañamiento individualizado en la elaboración de una planeación que
considera la motivación y la emocionalidad de los estudiantes y del rol
docente, además de los estilos de enseñanza y aprendizaje, sin olvidar la
identificación de barreras actitudinales y comunicativas con sus respectivos
ajustes razonables. Cabe resaltar que, durante el recorrido, emergieron
diferencias o situaciones que hicieron tomar la decisión por parte de algunos
docentes de no continuar con el proceso debido a creencias, pensamientos o
dinámicas dentro de las instituciones.
Por lo que, de aquella ardua labor, se logra
la aplicación de cinco metodologías activas: la primera es “Mi Mapa de
Sueños”, utilizando la metodología de aula inversa, en esta el docente se
cuestiona sobre los proyectos de vida de los estudiantes del curso 701 y trae a
colación como eje fundamental el autoconocimiento para crear un diálogo
reflexivo acerca de sus motivaciones, sueños y metas a corto y largo plazo;
estas distintas sesiones finalizan con la creación del mapa de sueños, en el
que se observa el entusiasmo y participación de todos durante su creación.
Al mismo tiempo se empezaba a construir
interdisciplinarmente desde el Aprendizaje Basado en el Juego con el “Reconocimiento
de mi Rutina Diaria en inglés” cada uno de los encuentros de diálogo es
mediado por la emoción y la incertidumbre que causa el pensar sobre la
efectividad de lo que se está planeando; aun así, surgen actividades como la
búsqueda del tesoro, juguemos en el bosque y un
crucigrama de acciones, lúdicas que permite que durante aquel espacio este
presente la emoción al momento de competir, lo que desencadena situaciones de
tensión; sin embargo, son momentos de disfrute y diversión que los estudiantes
logran atesorar en sus mentes y corazones generando un proceso de
enseñanza-aprendizaje significativo.
Otra de las metodologías activas que se
emplea dentro de la institución es el Aprendizaje Basado en Problemas, donde la
docente plantea la “Estadística y Análisis Cuantitativo de las Situaciones
Problémicas de la Institución” con los estudiantes del grado noveno, los cuales
deben conformar grupos para crear una encuesta sobre alguna problemática de la
institución que les interesa, seguido de un análisis mediante un informe que da
a conocer el análisis de cada una de las preguntas. Sin embargo, no todos los estudiantes
llegan a dar respuesta a esa posible solución del problema, lo que genera
cuestionamientos e incertidumbres, que luego de hablar con los estudiantes son
aclaradas, logrando comprender por qué el proceso está lleno de conflictos y
tensiones; todo se debe a los desacuerdos frente a los roles que cada uno asume
durante el proyecto, debido a que las emociones y la motivación están presentes
durante los encuentros y en su sentir. A pesar de las dificultades, no es
posible dejar de lado los aspectos positivos, en los que otros estudiantes
mencionan que disfrutan el proceso logrando fortalecer sus habilidades con la
tecnología o las matemáticas.
La metodología activa de Aprendizaje Basado
en Proyectos está presente a lo largo de este recorrido al escuchar diferentes
experiencias de los docentes; por tanto, era de esperar que hiciera parte de
este viaje. Es así como el docente Parlanchín andante plantea el espacio “Primeros
años de la Colombia republicana: un Relato en el Kamishibai”;
allí, los estudiantes del grado noveno conforman grupos a través de roles de líder,
encargado de coordinar y organizar el trabajo del grupo; el creativo, cuya
labor es diseñar y elaborar las láminas del Kamishibai;
y el detective, responsable de buscar la información histórica necesaria para
el proyecto. Dentro de este proceso también emergen relaciones de tensión y
conflicto frente a la responsabilidad y afinidades; no obstante, a pesar de
estas diferencias, el proyecto logra su objetivo principal, teniendo como
resultados historias de “guerra de los supremos”, “abolición de la esclavitud
en Colombia”, “Estados Unidos de Colombia”, “desarrollo del ferrocarril” y
“separación de Panamá”.
De igual manera, la docente agricultora de
amor trabaja desde el Aprendizaje Basado en Proyectos, denominando este proceso
“¿Cómo se cuidan los conejos?” El proyecto comienza en el aula
desde un acercamiento teórico de las características de los conejos, su
anatomía y comportamiento y los cuidados específicos que requieren. El aula se
convierte en un lugar de encuentro antes de dirigirse al campo, ya que allí se
asignan tareas de indagación: estudiar cómo alimentar los conejos
correctamente, cómo asegurar un ambiente limpio y cómo prevenir enfermedades;
así como organizar horarios de cuidados, incluidos los fines de semana, que les
permite desarrollar un sentido de compromiso más allá del horario escolar. Sin
embargo, todo cambia cuando una mañana encuentran a los conejos muertos dentro
de sus jaulas, lo que lleva a la Agricultora de amor a continuar con las clases
teóricas sobre el cuidado de estos animales, profundizando en los aspectos más
técnicos de la crianza y el mantenimiento de su salud; así los estudiantes
integran otras actividades dentro de la huerta, como rociar las plantas,
sembrar nuevas especies y cuidar de los cultivos, logrando comprender que este
caso puede suceder en varias situaciones o circunstancias porque es el ciclo de
la vida.
Dichas experiencias que recogen sentires y
perspectivas por parte de los estudiantes se recolectan en un formato de
autoevaluación cualitativa que posibilita la expresión creativa. Así mismo, al
finalizar la aplicación de cada una de las metodologías activas, consideramos
fundamental construir un podcast denominado “Mañanas frías de tertulia”, que da
lugar a las voces de los docentes, estudiantes y educadoras especiales, en
torno a la construcción interdisciplinar, experiencias significativas, momentos
que cautivan el interés, causando motivación, la educación inclusiva y el rol
de la educación especial dentro de la institución educativa.
Kilómetro tras Kilómetro, Reflexionando Por
Qué Pasó lo Que Pasó.
La narración es sin duda uno de nuestros
elementos favoritos en esta sistematización, pero no tendría sentido sin la cuarta
parada de este viaje: La reflexión de fondo, con su pregunta clave: ¿por
qué pasó lo que pasó? En este punto, nos detenemos para
observar y analizar con claridad todo lo que ha sucedido; de esta manera, se
realiza un análisis triangular,
elaborado mediante una matriz de recolección de voces, acciones, sentires y
reflexiones de docentes, estudiantes y educadoras especiales, retomando autores
y antecedentes investigativos que sustentan y examinan el viaje de
sistematización; esto, a través de un análisis en espiral, el cual es una
representación dinámica y evolutiva del proceso analítico y meticuloso de las
categorías y subcategorías definidas al inicio de este viaje, con las cuales
hemos logrado vislumbrar las dinámicas ocultas que impactan el proceso de
enseñanza-aprendizaje. Todo esto siguiendo la mirada de la metodología
cualitativa, en la que hay “una preocupación importante del análisis
cualitativo es describir lo que está sucediendo, responder a la pregunta: ¿Qué
está pasando aquí?” (Gibbs, 2007, p. 26)
Figura
4
Gráfico
en espiral
Nota Gráfico
en espiral que representa el análisis de categorías.
Uno de los ejes centrales de nuestro análisis
ha sido la interrelación entre emociones y motivación, un aspecto que destaca
la necesidad de considerar el vínculo emocional en la educación; debido a que,
las emociones influyen directamente en la disposición tanto de docentes como de
estudiantes para participar activamente en el proceso educativo. A partir de
esta categoría, se definieron dos subcategorías: Autorreconocimiento y Relación
Sociocultural, que nos han permitido desglosar y analizar experiencias específicas.
El autoconocimiento emerge como un elemento
crítico en el proceso educativo. Basándonos en la postura de Skliar (2002), hemos observado que el verdadero
autorreconocimiento requiere una inclusión del "yo" en la diversidad,
lo que permite a los individuos entender sus identidades y emociones en el
contexto social. Las cartas recolectadas en el buzón de sentires evidencian una
conexión entre los estudiantes y su entorno, resaltando sentimientos de orgullo
por su identidad rural y frustraciones personales que surgen de la presión
social. Así mismo, las narraciones reflejan una complejidad emocional en la que
se entrelazan la autocrítica y la aspiración personal, lo que indica la
importancia de proporcionar espacios de diálogo y reflexión que permitan a los
estudiantes explorar y validar sus emociones. Es importante resaltar que este
proceso no solo favorece su autoconfianza, sino que también impacta
positivamente en su motivación intrínseca y en la percepción de sus
capacidades.
Figura
4
Carta de relación sociocultural de estudiante
En esta línea de la primera categoría de
emocionalidad, el contexto sociocultural ha demostrado ser un factor
determinante en la expresión de emociones y en la motivación de los sujetos;
pues las interacciones educativas están marcadas por relaciones de poder y
estereotipos que afectan el comportamiento y el aprendizaje. Los relatos de los
estudiantes dan cuenta de los conflictos relacionados con la dominación y los
juicios sociales que pueden obstaculizar el desarrollo emocional y académico.
Además, se ha observado que la presión social
y los estereotipos afectan la autopercepción de los estudiantes, creando
barreras para su aprendizaje; situación que es narrada y analizada en los
encuentros con docentes, que a su vez se enfrentan las tensiones derivadas de
la necesidad de equilibrar exigencias académicas con el bienestar emocional de
sus estudiantes, una dualidad que resalta la importancia de que los educadores
reconozcan sus propias emociones y las de sus estudiantes, promoviendo un
ambiente de aprendizaje más saludable y equitativo.
Siguiendo con la ruta en espiral, damos una
nueva vuelta hacia la categoría de los estilos de enseñanza y aprendizaje, los
cuales revelan un aspecto fundamental en la dinámica educativa: cómo el
interés, la participación y las afinidades de estudiantes y docentes están
profundamente influenciadas por emociones y motivación. De esta manera, este
análisis se centra en reconocer que a menudo los elementos emocionales que
afectan el aula son ignorados, llevando a la necesidad de explorar cómo estos
factores configuran la relación entre docentes y estudiantes; es por esto que
esta categoría se descompone en dos subcategorías fundamentales, las dinámicas
de relación entre docente y estudiantes, y el quehacer docente, permitiendo una
comprensión más profunda de cómo se configuran las interacciones en el aula y
cómo estas influyen en el proceso de aprendizaje.
Aquellos docentes que formaron parte de la
investigación se caracterizan por enfoques prácticos y flexibles, promoviendo
un ambiente de aprendizaje activo y colaborativo, se refleja en dinámicas que
integran la granja, proyectos de emprendimiento y la interrelación de
asignaturas, adaptándose a las necesidades de la zona rural y a las metas de
vida de los estudiantes. En este contexto, las relaciones entre docentes y estudiantes
varían en función de las afinidades y subjetividades; pues según Ballesteros et
al. (2014), durante clases magistrales, sólo algunos estudiantes participan y,
al implementar diferentes tipos de actividades, desde la experimentación, la
reflexión y la aplicación de ideas, aumenta la participación; lo cual permite
observar cómo las dinámicas en el aula influyen directamente en el aprendizaje,
siendo fundamental que los docentes adopten estrategias que respondan a los
estilos de aprendizaje.
Sin duda alguna, el aprendizaje se entrelaza
con la experiencia en el entorno, siendo un proceso continuo que se compone de
aprendizajes previos; en este sentido, la mayoría de los estudiantes muestran
preferencia por estilos reflexivos y teóricos, sugiriendo una tendencia hacia
el aprendizaje mediante la reflexión profunda; sin embargo, el estilo activo es
menos común, indicando una menor inclinación hacia el aprendizaje experiencial.
Por otro lado, la presencia significativa de estilos pragmático y multi refleja
una variedad que podría aprovecharse para diseñar estrategias educativas más
amplias e inclusivas. Por lo tanto, aunque el enfoque predominante es práctico
y experimental, no se pueden pasar por alto los demás estilos; pues bien, un
docente comprometido se esfuerza por implementar dinámicas que capten el
interés de todos los estudiantes, que claramente para lograrlo es esencial un
proceso de autorreflexión crítica, revaluando su práctica en el aula, que nos
lleva a considerar la siguiente subcategoría: el quehacer docente.
Durante el análisis se observa que, a medida
que los estudiantes avanzan de grado, hay una disminución en el estilo activo y
un aumento en los estilos reflexivo y teórico; una variable que sugiere que,
con el tiempo, los estudiantes desarrollan una preferencia por métodos que
implican mayor cuestionamiento y análisis de teorías. No obstante, es crucial
reconocer la dinámica de estilos dentro de cada curso, reflejando también que
cada estudiante posee un proceso único que debe ser considerado en la planeación
pedagógica, que tiene discusión en la percepción que los estudiantes tienen de
los docentes, lo cual influye notablemente en el quehacer educativo. Abello y
Hernández (2010) destacan que la dimensión social en el aula está relacionada
con el nivel de cercanía y afectividad entre docentes y estudiantes, hecho que
se observa en las cartas escritas por los estudiantes durante el proyecto de
emociones, donde algunos mencionaron docentes que no les agradaban por sus
métodos de enseñanza.
De este modo, el quehacer docente se ve
influenciado por factores culturales, sociales y académicos que orientan las
acciones en el aula, donde los estilos de enseñanza son comportamientos del
docente situado en contexto y constituido por su subjetividad; en este sentido,
se observa una tendencia hacia la innovación pedagógica y la personalización
del aprendizaje, especialmente por aquel docente que adopta un enfoque multi,
buscando sus métodos para fomentar una participación de los estudiantes.
Desde esta mirada, se permite abrir paso a la
categoría de metodologías activas, un momento que se considera central en la
sistematización, donde en este punto se revela un diálogo de emociones y
reflexiones, comprendiendo que no solo se logra potenciar la construcción
interdisciplinar, sino que también favorece la relación entre docentes y
estudiantes, promoviendo una educación inclusiva vista desde las diferencias;
todo aquello analizado desde las subcategorías: Construcción interdisciplinar y
acción en el aula y educación inclusiva.
Las conversaciones con los docentes han
revelado la necesidad de abordar la escasa formación en educación inclusiva,
donde las metodologías activas se presentan como una herramienta para ampliar
las miradas y las acciones de enseñanza-aprendizaje. Como argumentan Navarro et
al. (2022), la implementación de estas metodologías en la formación docente es
crucial para fomentar un ambiente inclusivo que reduzca la brecha entre teoría
y práctica; es así como la construcción interdisciplinar se convierte en un hilo
conductor que transversaliza el reconocimiento y la aplicación de metodologías
activas, propiciando un entorno colectivo que da valor a los saberes propios de
las áreas del conocimiento.
En vista de ello, los relatos de los docentes
ilustran la importancia de la cooperación, mostrando como el diálogo puede
enriquecer la planificación y la práctica educativa; teniendo en cuenta que en
la reflexión de los docentes sobre la implementación de nuevas propuestas
resalta la necesidad de adaptarse y modificar prácticas, generando un ambiente
donde las ideas pueden florecer, desde sus palabras: "Esa propuesta que
ustedes trajeron me pareció muy completa, muy integral y pues es muy
interesante poder aplicarla en el aula" (Viajero de corazón amable,
2024). Es fundamental mencionar en este punto que, antes de construir de manera
interdisciplinar, fue necesario escuchar, reconocer la subjetividad de los
docentes, dialogar desde el valor de sus saberes y, como pares, permitirnos
compartir experiencias, conocimientos e ideas que posibilitaran planear a
partir de las metodologías activas.
De este modo, cada metodología activa
enfrenta desafíos particulares que influyen en sus resultados y en la
experiencia de aprendizaje de los estudiantes; pero un aspecto en común son los
principios de las metodologías activas, que posibilitan un espacio donde la
participación estudiantil se convierte en el eje central del proceso; sin
embargo, la diversidad de contextos y realidades de los estudiantes puede dar
lugar a respuestas diversas donde la experiencia muestra que la participación,
conexión y motivación de los estudiantes con los espacios académicos está
determinada por sus intereses y habilidades, generando experiencias totalmente
diferentes en cada uno de los sujetos.
Desde la perspectiva de los docentes hay un
discurso de la riqueza y complejidad de la implementación de las metodologías
activas, en las que los desafíos que enfrentan al tratar de adaptarse a las
diferencias de sus estudiantes son evidentes, pero la reflexión compartida
sobre la importancia de la construcción interdisciplinar destaca como la
posibilidad de un ambiente de confianza y respeto puede facilitar la inclusión.
Teniendo en cuenta que salir del individualismo y fomentar un espacio donde
cada voz sea escuchada es fundamental para enriquecer el proceso educativo,
reflexiones que permiten reconocer que la educación y el aula son
transversalizadas por múltiples factores, que al darles una mirada y valor se
crea un espacio enriquecedor de saberes, subjetividades e inclusión desde la
transformación del aula.
De este proceso se han generado una multitud
de aprendizajes, pero esta vez los enmarcamos en que la reflexión, recopilación
y aplicación de las metodologías activas permite reconocer otras formas de
habitar el aula, dejando de lado acciones que limiten el ser, estar y pensar
del estudiante como del docente frente a su quehacer pedagógico; por ello, el
diálogo y la construcción interdisciplinar permiten recoger los sentires, la
emocionalidad, motivación y las barreras que se presentan en el aula, siendo
los estudiantes un actor activo de su aprendizaje y el docente un mediador de
la enseñanza. Esto es observado en las transformaciones de las dinámicas de
diálogo interdisciplinar por parte de los docentes, permitiendo ahora espacios
de cuestionamiento y reflexión sobre la educación inclusiva abordada desde las
diferencias y la interseccionalidad.
Ecos de una Llegada
En ese sentido, la quinta y última parada,
“Puntos de llegada” nos permite reflexionar principalmente
sobre nuestra experiencia. De cierta manera, lo centramos en ser educadoras
especiales que buscan espacios para desarrollar nuevas miradas del accionar de
la educación especial, pues somos conscientes de que bajo los imaginarios
sociales y muchas veces políticos, nos encierran únicamente en el aspecto de
atender a la discapacidad. De tal manera, Muñoz y Piracoca
(2022) mencionan que “en ocasiones, los enfoques pedagógicos de la Educación
Especial son percibidos desde una sola arista, la arista de la discapacidad,
aunque insistentemente se hable de reconocer el contexto” (p.51).
Por esta razón, es fundamental seguir
encaminados en la defensa de educadores especiales que nos movemos por la
interculturalidad, el reconocimiento del sujeto desde la interseccionalidad y
la construcción interdisciplinar por un valor de la diferencia; sin embargo, en
la sistematización decidimos no dejarlo únicamente en ese reconocimiento o la
reflexión netamente en palabras. Contrario a esto, lo materializamos desde
estas interacciones que construimos en el aula; por tanto, en los siguientes
apartados se retoman las problematizaciones que emergieron al inicio del viaje
y que se mantuvieron durante el proceso de aplicación, análisis y, finalmente,
en los puntos de llegada.
Nuestro recorrido inició con la motivación y las
emociones y su influencia en el proceso de enseñanza-aprendizaje. De aquel
cuestionamiento deducimos que en el proceso
educativo es fundamental el reconocimiento de la interseccionalidad y las
diferencias, teniendo en cuenta que cada sujeto que habita el aula está
constituido por factores socioculturales y socioeconómicos que determinan su
motivación y emocionalidad en el contexto educativo, configurando su accionar
dentro de la institución con cada sujeto que se relaciona y los espacios que
recorre. Por ello, el docente tiene un rol esencial al reflexionar sobre las
estrategias que está llevando a cabo en el aula, teniendo en cuenta que los
estudiantes disfrutan salir de las actividades rutinarias que dejan a un lado
el dinamismo o el aprendizaje significativo.
Aquello
da paso a los estilos de enseñanza y aprendizaje con respecto a las dinámicas
de relación y quehacer docente, mediante un enfoque cuantitativo que permite a
los docentes reconocer que, aunque se caracterizan por enseñar desde el estilo
abierto, funcional, formal o estructurado, es fundamental plantear actividades
que respondan a las diferencias en el aula, teniendo en cuenta que los sujetos
no aprenden igual y cada uno genera sus propias estrategias metacognitivas
durante su proceso educativo; convirtiéndose el docente en un mediador y
facilitador a través de sus saberes y experiencias.
En
este sentido, las metodologías activas logran realizar un impacto que
transversaliza todo el viaje; debido a que no solo se realiza una planeación
pedagógica que aborda temáticas a trabajar en el aula, sino que a través del
diálogo reflexivo los docentes identifican las barreras y ajustes que se pueden
generar, comprendiendo que muchas de ellas se deben a factores motivacionales y
a los estilos de enseñanza que influyen significativamente en el aprendizaje de
los estudiantes. Por consiguiente, se reconoce que es el docente quien debe
realizar una lectura del contexto, espacio o situación y ofrecer alternativas;
así los estudiantes se involucraron de manera activa en su propio aprendizaje.
Concluyendo
que este viaje es una apuesta que
permite a la educación inclusiva brindar espacios de apertura en donde todas
las habilidades de los sujetos sobresalen y permiten un mejor proceso en el
aprendizaje. Que genera satisfacción en los estudiantes y en el quehacer
docente, que aporta conocimientos a los docentes y al mismo tiempo transforma
prácticas desde un ejercicio reflexivo frente a la evaluación que se limita a
la memoria, contrario a esto, encaminarse a la apropiación del conocimiento y
las dinámicas en el aula que reconocen las realidades de quienes están inmersos
en el proceso educativo.
De
este modo, cerramos estos apartados con algunas de las voces que nos acompañan
durante este viaje y que dan cuenta del cambio de paradigma que tienen los
docentes, estudiantes acerca de la educación especial: "Me quité un
velo de pensar que los educadores especiales solo son para los niños que tienen
algún diagnóstico", el cual se puede apreciar con cuatro capítulos del
podcast Mañanas frías de tertulia activa, 2024, este se encuentra disponible en
la plataforma Spotify: https://open.spotify.com/show/7Fpv3k2JCy0Xv2pXdxS9Fa?si=QVpYTqkARqawPJbUNtnmzw.
Y
aunque la construcción interdisciplinar se convierte en un camino pedregoso
lleno de senderos angostos difíciles de transitar, es una travesía que nos
puede llevar a transformar realidades y construir en torno al proceso de
enseñanza-aprendizaje de todos los sujetos inmersos en el aula. Esto implica
afianzar el valor de la resiliencia y muchas veces guardar silencio y buscar
otra manera de mediar la situación: “Las sentí bien, sentí que no hubo
imposición sino concertación” (Primer capítulo de Mañanas frías de tertulia
activa, 2024). Por ello, el rol de la educación especial se basa en reconocer y
dialogar desde las diferencias que permiten trabajar desde las complejidades
que se presentan con todos los sujetos dentro del contexto educativo,
entendiendo esto en el abordaje de la interseccionalidad que da lugar a otro
tipo de problemáticas y necesidades como el aspecto emocional, familiar, social
o cultural. En esta medida, el trabajo interdisciplinar y la mirada de las
diferencias se relacionan en las metodologías activas que se convierten en una
herramienta gigante que posibilita la educación inclusiva, dando lugar a los
sentires, el ser y, claramente, el estar en el aula.
Bibliografía.
Alonso, C. M., Gallego, D., Honey,
P. (2012). Los estilos de aprendizaje. Procedimientos de Diagnóstico y
Mejora. Ediciones Mensajero: Bilbao.
Carrillo, M., Padilla, J., Rosero, T., Villagómez,
M. (2009) La motivación y el aprendizaje. Alteridad. Revista de educación,
4(2), 20-32.
Dueñas, M. (2002).
Importancia de la inteligencia emocional: un nuevo reto para la orientación
educativa. Educación XX1, No, 31, 77-96.
Gibbs, G. (2007). El
análisis de datos cualitativos en Investigación Cualitativa. Ediciones Morata,
S. L.
Jara, O. (2011).
Orientaciones teórico - prácticas para la sistematización de
experiencias. [Archivo PDF].
Muñoz, C; Piracoca, C. (2022). De Proyecto de vida a Sentidos de
Vida: una propuesta pedagógica para la consolidación de la cultura inclusiva de
los jóvenes del municipio de Sopó, Cundinamarca. [Tesis de Maestría,
Universidad Pedagógica Nacional de Colombia].
Labrador, M. y Andreu, M.
(2008). Metodologías Activas. Valencia: Editorial de la UPV
Renés, P. (2018). Planteamiento de los estilos de
enseñanza desde un enfoque cognitivo-constructivista. Tendencias Pedagógicas.
Revista UAM. (31), 47-67. https://doi.org/10.15366/tp2018.31.002
Rico Suárez, M., Pérez Torres, L., Jiménez Forero,
J., Cubillos Prada, D., Marín Valencia, D., Prieto Robayo, E., Carreño Moreno,
D., Molina Rubiano, O., Castro Aranguren, K., Urrego Barragán, J., Bello
Beltrán, O., Burgos Sanabria, I., Piñeros Fernández, J., Sanabria Alarcón, S.,
Junca Martínez, I., Prieto Rivera, P., Rincón Preciado, O., Sánchez Carreño,
J., Gaitán Bernal, G., Garnica Alfonso, M. (2020). Plan de desarrollo
municipal. Sopó, Cundinamarca.
Skliar, C. (2002). Alteridades y pedagogías. o... ¿y si el
otro no estuviera ahí? Revista Educação & Sociedade. 23(79), 85-123. 10.1590/s0101-73302002000300007
Suniaga, A. (2019). Metodologías Activas: Herramientas para
el empoderamiento docente. Revista
Tecnológica – Educativa docentes 2.0. 7(1), 65–80.
https://orcid.org/0000-0002-8652-773X
Walsh, C. (2017). Pedagogías decoloniales, prácticas
insurgentes de resistir, (re)existir, y (re)vivir. Serie pensamiento
decolonial.
Yarza, A. 2005. Travesías:
apuntes para una epistemología y una pedagogía de la educación especial en
Colombia. Revista de Pedagogía, No, 76. Vol. XXVI.
[1] Licenciada en Educación Especial, Universidad
Pedagógica Nacional. Orcid, https://orcid.org/0009-0008-3059-773X CvLAC,
https://scienti.minciencias.gov.co/cvlac/visualizador/generarCurriculoCv.do?cod_rh=0002304200 sysarmientor@upn.edu.co
[2] Licenciada
en Educación Especial, Universidad Pedagógica Nacional. Orcid: https://orcid.org/0009-0000-1261-119X. CvLAC. https://scienti.minciencias.gov.co/cvlac/visualizador/generarCurriculoCv.do?cod_rh=0002292780
[3] Doctora
en Educación, Docente Licenciatura en Educación Especial, Universidad
Pedagógica Nacional. Orcid https://orcid.org/0000-0001-8828-7082 CvLAC. https://scienti.minciencias.gov.co/cvlac/visualizador/generarCurriculoCv.do?cod_rh=0001119354