Fundamento de la importancia del arte en la escuela: una
mirada desde la investigación edu-artistica y el
desarrollo integral del estudiante
The foundation of
art's importance in school: an insight from edu-artistic
research and student's integral development
Andrea Carolina Robayo Flórez
Doctoranda en Arte y Educación
Universidad de Granada
España
Fecha de Recepción: 28/04/2024.
Fecha de Aprobación: 01/06/2024.
ISSN: 2954-5781 (En línea)
DOI: https://doi.org/10.61447/20240601/art06
Citar artículo como:
Robayo
Florez, A. C. (2024). Fundamento de la importancia
del arte en la escuela: una mirada desde la investigación edu-artística
y el desarrollo integral del estudiante. Discimus.
Revista Digital De Educación, 143-154.
https://doi.org/10.61447/20240601/art06
Resumen
Durante décadas la investigación edu-artística
ha dado resultados que demuestran la importancia de la enseñanza-aprendizaje
del arte en el contexto escolar. Este artículo reafirma la idea de que
educación artística es parte fundamental en el desarrollo integral de los
estudiantes. La educación artística definida como la enseñanza-aprendizaje del
arte sin distinción particular entre sus diferentes lenguajes: musicales,
escénicos, plásticos o visuales. La integralidad se refiere al desarrollo
equilibrado y completo de los estudiantes en todos los aspectos de su vida,
abarcando no solo en el ámbito académico, sino también el físico, emocional,
social y cultural, cultivando diferentes habilidades para la vida.
El acceso a la educación integral es un derecho,
pero para que sea asequible para todos y a todas, se requiere que la sociedad
la reivindique como tal. La comprensión de esta integralidad implica reconocer
la educación artística como fundamental y necesaria para el desarrollo
holístico del individuo, especialmente desde su etapa escolar; sin ella, dicha
integralidad no existirá. Se destaca la experiencia estética como un elemento
exclusivo de la educación artística, que la distingue de otras áreas del conocimiento.
Esta cualidad singular permite desarrollar la integralidad del estudiante,
aportando a su constructo personal para desenvolverse de manera plena y
satisfactoria en la sociedad.
Finalmente, se refuerza la idea de la necesidad de
un cambio en el pensamiento de la sociedad para que la educación artística sea
integrada en el currículo escolar de una forma más significativa, y se motiva a
los interesados en ella a continuar realizando investigación edu-artística.
Palabras clave:
Educación
artística, Educación estética, Sociedad futura, Programa obligatorio común.
Abstract
For decades,
educational-artistic research has yielded results demonstrating the importance
of teaching and learning art within the school context. This article reaffirms
the notion that art education is pivotal for the comprehensive development of
students. Art education encompasses the teaching and learning of art without
distinction between its various forms: musical, theatrical, plastic, or visual.
Integrality denotes the balanced and complete development of students across
all facets of life, encompassing not only academic prowess but also physical,
emotional, social, and cultural dimensions, nurturing a spectrum of life
skills.
Access to comprehensive education is a
fundamental right, yet for it to be universally attainable, society must
recognize and advocate for it as such. Understanding this integrality entails
acknowledging arts education as essential and indispensable for the holistic
development of individuals, particularly during their school years; without it,
such holistic development would be incomplete. The aesthetic experience stands
out as a unique element of arts education, setting it apart from other domains
of knowledge. This distinctive quality fosters the holistic development of
students, contributing to their personal growth and enabling them to thrive
fully and satisfactorily in society.
In conclusion,
this article underscores the imperative of shifting societal paradigms to
facilitate a more meaningful integration of arts education into school
curricula. It also encourages continued research efforts in the field of arts
education.
Keywords
Art
education, aesthetic education, future society, core curriculum.
Fundamento de
la importancia del arte en la escuela: una mirada desde la investigación edu-artística y el desarrollo integral del estudiante
"El arte
limpia del alma el polvo de la vida cotidiana."
Pablo
Picasso, 1964
Hablar
sobre la importancia de la educación artística en la escuela como un
catalizador esencial para el desarrollo integral de los estudiantes,
enriqueciendo su experiencia educativa desde la expresión hasta la apreciación
estética y potencialmente transformando la percepción del mundo que nos rodea,
es un debate que ha perdurado durante décadas y sigue siendo relevante en la
actualidad. Las investigaciones edu-artísticas desde
disciplinas como la neurociencia, la psicología, la antropología, la sociología,
filosofía y la educación misma, han demostrado que el arte es fundamental en la
vida humana y que es necesaria para potenciar su desarrollo holístico.
Desde el
siglo XIX, se ha visibilizado la importancia del arte y la creatividad en el
desarrollo humano, especialmente en la etapa escolar, con creciente interés a
largo del tiempo. Hernández, Jódar y Marín Viadel
(1991) señalan que "los cambios recientes en la cultura del arte y de la
educación evidencian un creciente interés social por la cultura artística en
todas sus formas" (p. 14). Este interés se refleja en la activación de
nuevos públicos anteriormente alejados de las diferentes manifestaciones artísticas,
así como en la integración de las artes en el currículo escolar como asignatura
obligatoria.
Para el
presente texto se abordarán los aportes de cuatro influyentes autores que
profundizan en la implementación de la educación artística en la escuela
entendiéndola y problematizándola como una necesidad, y de los elementos para
que su efecto repercuta en una formación integral de los estudiantes. Sus bases
teóricas constituyen un legado que continúa potenciando los cambios educativos
y sociales.
Acercándome a
un orden cronológico, iniciaré con John Dewey. Dewey es reconocido como un
Pionero y referente en el concepto de la integralidad en la experiencia humana
y del rol de la experiencia estética en ella. Según Catalán (2001), Dewey es
“el más célebre filosofo estadounidense y el banderín de enganche de la causa
pragmática” (p.128) de su tiempo a nivel mundial. Catalán resalta la creencia
de Dewey en la posibilidad de generaciones futuras más felices si se les ayuda
a alcanzar la integralidad, la armonía y el crecimiento tanto individual como
social. Para Dewey, el rol del arte es fundamental en la educación, y en 1934,
publica "Art as Experience", su obra cumbre
en esta disciplina. Esta publicación ha servido como la base teórica para
numerosas investigaciones posteriores y ha tenido un impacto duradero por más
de 90 años.
Continuando,
abordaré a Herbert Read, contemporáneo de Dewey,
aunque posterior en su contribución al campo. Read,
desarrolló y expandió las investigaciones e ideas sobre la educación artística
durante y después de la vida de Dewey. Aunque presentan diferencias en sus
enfoques artísticos, ambos autores se presentan diferencias en sus enfoques
artísticos, ambos concluyeron y enfatizaron la importancia del arte en la
educación y en el desarrollo integral del individuo.
Evidentemente
no se puede hablar de la investigación edu-artística
sin mencionar a un gran pilar como Elliot Eisner. Eisner comenzó su trabajo
sobre educación artística y currículo en la década de 1960 y continuó hasta su
muerte en 2014. Difundió ampliamente la obra de Dewey e investigó su teoría con
casos prácticos, enfatizando que el arte representa una forma de conocimiento
particular y única, esencial para el desarrollo integral y holístico del
individuo. Juanola Terradellas y Masgrau
Juanola (2014), mencionan cómo la obra de Eisner “ha estado presente en las
bibliografías innovadoras de educación y, de manera más intensa, en las
bibliografías de educación artística.” Influyendo de manera significativa en
“la labor docente y el currículo, la gestión internacional, la intervención
didáctica en los museos de arte y la investigación en educación” (p. 493).
Contemporáneo
de Elliot Eisner, Howard Gardner es el autor inicial de la teoría de las
inteligencias múltiples. El aporte de Gardner a la educación artística ha sido
fundamental para el desarrollo cognitivo, al demostrar que este no es uniforme
sino diverso. Según su teoría, existen diferentes formas de pensamiento, cada
una con sus propias particularidades y funciones. Aunque algunos individuos
tienden a desarrollar unas inteligencias más que otras, esto no significa que
no se deban desarrollar todas las inteligencias posibles. “Sería tan erróneo
afirmar que el desarrollo debe estudiarse exclusivamente desde la perspectiva
del artista, como lo es sostener que sólo vale la pena tomar en serio la
competencia científica final.” (Gardner, 1998, p. 26).
Estos autores, entre otros muchos, han marcado la estrecha
relación entre la educación artística y la formación integral de los
estudiantes. Desde el siglo XIX hasta la actualidad, la educación artística se
ha ido incorporando de manera gradual y continua en el currículo escolar a
nivel mundial. La divulgación de los resultados de la investigación edu-artística, que “sigue siendo en sí misma objeto de
estudio como ramificación de las ciencias sociales, de la psicología y de la
misma pedagogía” (León, C., 2022, p.480), han contribuido a la evolución de
esta área del conocimiento. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la
educación artística en la escuela aún "recibe un tratamiento residual y
forma parte de los contenidos de segundo orden" (Hernández, Jódar,
& Marín Viadel, 1991, p. 14), es decir, ocupa un
rol secundario tanto en la escuela como en la sociedad, no debido a la falta de
bases teóricas que demuestren su implantación necesaria, sino que requiere de
una mayor voluntad y esfuerzo político para ser priorizarla adecuadamente hasta
llegar a nivelarla con las otras áreas de conocimiento.
Winner et al (2014)
con el apoyo de la OCDE, recopilaron datos de 496 investigaciones edu-artísticas realizadas en diferentes partes del mundo
entre 1950 y 2013 para evaluar la influencia de la educación artística en
diferentes esferas del conocimiento y las relaciones socioafectivas. Estas
investigaciones abarcaron disciplinas como la danza, el teatro, la música, las
artes visuales y la “multiartística”. Se
analizó el impacto del estudio de las artes en el desempeño académico, la
creatividad, las habilidades espaciales, matemáticas, lectoras, verbales, la
motivación académica, las habilidades sociales y el cerebro. Este análisis se
centró en estudios con grupos de control, considerando que estos proporcionaban
resultados más fiables el meta-análisis final. Así, se seleccionaron 280
investigaciones, que fueron examinadas desde diversas perspectivas. Como lo
diría León, H. (2022) “por momentos se ubica la mirada desde la educación
para comprender el papel del arte en ella o lo contrario, el peso de la mirada
está en el Arte como una estrategia, un modo, un mecanismo o una herramienta” (p.
480).
Los resultados mostraron una influencia positiva de la educación
artística en todas sus especialidades, destacándose la solidez de las
investigaciones en el área de música por su capacidad de fortalecer "el
Cociente Intelectual (CI), el desempeño académico, así como la conciencia
fonológica y las habilidades de decodificación verbal," y en el área
de teatro, "su aprendizaje refuerza las habilidades verbales y también
puede fortalecer la capacidad de asumir la perspectiva de los otros, la empatía
y el manejo emocional" (p. 46).
Como resultado de este análisis, se concluyó que la educación
artística tiene influencia positiva en el desarrollo integral de los individuos
y que “su importancia como experiencia humana” es evidente (Winner et al. 2014, p.13). Sin embargo, el argumento
fundamental para la implementación de la educación artística en el currículo
escolar no debe basarse únicamente en cómo “contribuyen al desarrollo de las
competencias básicas” (MEN, 2010), sino en “lo que la enseñanza de las
artes tiene de único y exclusivo” (Eisner, 2004, p. 287). Winner et al. (2014) también señalan que, aunque sus
resultados muestran la influencia de la educación artística en “las
habilidades no artísticas y en la innovación en el mercado laboral”
(p.242), estos no deben ser la justificación para su inclusión en los
currículos escolares. En su lugar, la educación artística debe ser reconocida
como “un ámbito importante de la experiencia humana” (242).
Por lo tanto, justificar la inclusión de la educación artística en
la escuela por razones ajenas a la exploración de significados específicos de
las artes, constituye una instrumentalización. En Colombia, por ejemplo, se
valoraba la educación artística por su contribución a otras áreas del
conocimiento y este parecía ser un fundamento principal para su implementación.
En el año 2022 se publica una actualización de las Orientaciones Curriculares
para la Educación Artística y Cultural en Educación Básica y Media, donde se reevalúa
ese planteamiento y se definen unas competencias más específicas de las artes
en tres líneas: la sensibilidad perceptiva, la producción-creación y la
comprensión crítico-cultural. Evidentemente, estos son “modos estéticos de
conocimiento” (Roldán, 2004) que tienen fuerza y cobran relevancia per se,
desde la experiencia estética de aula.
Sin desvirtuar el beneficio colateral que el arte en la escuela
aporta a las otras formas de pensamiento, el MEN, 2022 aclara que “las
competencias básicas no pueden concebirse de modo separado de las competencias
específicas propias del campo de la EAC y en articulación con las diferentes
áreas del currículo” (p. 78). Sin embargo, se destaca que el desarrollo de
dichas competencias básicas es un efecto de la correcta implementación de la
educación artística y cultural, y no su razón o causa. De esta manera podemos
decir que, en lo que respecta las competencias específicas del campo, el MEN,
2022, hace un avance al para liberar la educación artística escolar de la
errada justificación contextualista, en donde se
aprecia la educación artística escolar desde una mirada instrumental para el
aporte a las otras áreas del conocimiento. Se promueve una visión esencialista
de este campo de conocimiento desde su contribución única y particular a la
formación integral del estudiante; es decir, la
educación artística no está en función de, sino “en dialogo con las otras
áreas del currículo” (p.57).
El desconocimiento de la educación artística como “un campo de
saber orientado a la enseñanza de las artes, en la perspectiva de favorecer
experiencias que aporten significativamente a la formación de los sujetos en
cuanto al desarrollo de su dimensión estética, expresiva y valorativa, en suma,
a su formación integral.” (MEN 2022, p. 30), puede llevar a una percepción
errónea de su valor en el ámbito escolar. Esto podría resultar en la
minimización de su importancia a meras actividades de entretenimiento personal,
espectáculos para eventos escolares, decoración, apoyo de otras áreas, o
incluso ser relegada a actividades extraescolares. Mientras persista la falta
de comprensión por parte de la sociedad sobre la importancia del arte y la
estética como elementos fundamentales para el desarrollo holístico, es poco
probable que la educación artística sea reconocida en la escuela como una
disciplina tan especial para el conocimiento como las demás áreas del currículo
escolar. En otras palabras, mientras la sociedad siga exigiendo que la escuela
forme principalmente ciudadanos orientados hacia la economía y al crecimiento
material, sin considerar la humanidad de cada individuo, se estará creando un
futuro cada vez más rígido y hostil.
Como se cita en Buendía Gutiérrez (2023, p.74) "parece que con
los años se va perdiendo la alegría y las personas se vuelven más serias,
quizás en parte porque la sociedad así lo exige" (Cervino, 2017).
Mejía, M. R. (2010) menciona como la velocidad de los cambios sociales y culturales
produce una transformación en el conocimiento enseñado, demandando la revisión y reconstrucción del proyecto educativo convirtiéndolo en
un campo de conflicto entre los defensores del capitalismo modernizador y
aquellos que abogan por fortalecer la idea de desarrollar un enfoque educativo
que promueva la formación integral de los individuos. Manifiesta que “es el momento propicio para
intensificar la propuesta de la construcción de un proyecto educativo y
pedagógico alternativo que esté al servicio de la construcción de un ser humano
integral y de una humanidad fundada sobre la diferencia, pero con derechos
plenos para todos y todas” (Mejía, M. R. 2010).
No podemos pensar en un ser humano integral sin la noción que requiere una comprensión profunda de su capacidad de
pensamiento, así como de su conexión con el mundo a través de la sensibilidad,
expresión y la apreciación estética.
Esto nos lleva a sostener que la esencia de la educación artística
escolar radica en las posibilidades de aula relacionadas cos los aspectos
particulares y únicos que cada forma de arte aporta al conocimiento, la
percepción y la experiencia humana, constituyendo un modo de conocimiento
específico, sin menoscabar otros aspectos a los que esta contribuye de manera
secundaria. Como señaló Dewey (2008), la experiencia estética es una parte
integral de la vida humana, conectando al individuo con su ser interior, con
los demás y con el mundo. El arte enriquece la experiencia humana y promueve el
desarrollo personal y social. Por lo tanto, la experiencia estética relacionada
con el arte se convierte en un elemento clave en el desarrollo integral del
estudiante.
Planteada así la cuestión, concluimos que el camino hacia la
integralidad educativa se concreta mediante la primacía de la experiencia
estética, la cual se manifiesta de manera única en el ámbito específico de la
educación artística y sus diversos lenguajes. Es imperativo contar con personal
capacitado y experimentado en el mundo artístico para impartición lo que
contribuirá significativamente a la construcción del conocimiento artístico.
El ser humano es complejo, pero con factores comunes que respaldan
la creencia en un ser integral cuyo desarrollo están determinados por una
variedad de elementos interrelacionados. Los resultados de las investigaciones edu-artísticas han demostrado la importancia de la
educación artística en el entorno educativo para alcanzar esa integralidad del
ser.
Aunque hay evidencia de los diversos beneficios que ofrece su
práctica, la educación artística a menudo se implementa desde una perspectiva
instrumental, y no por su esencia. Dewey destaca la experiencia estética como
elemento fundamental de la educación artística y educación artística como clave
para añadir la integralidad y armonía al individuo.
Por tanto, es imperativo que los educadores, directivos,
estudiantes y la familia reconozcan y valoren la importancia del arte en la
educación, y unan sus esfuerzos para integrarlo de manera significativa en el
currículo escolar, reconociéndolo como elemento fundamental para el progreso
emocional y socioafectivo de la sociedad. Es necesario superar el estancamiento
cognitivo que supone un enfoque dominado por herramientas con orientación
socioeconómica, desligándose así la mirada holística y compleja que compone la
existencia humana.
La Investigación edu-artística hoy ya no
tendría que demostrar la importancia de la enseñanza del arte en la escuela
para posicionándola como un eje fundamental ante la sociedad. Desde el siglo
XX, autores como Dewey, Read, Eisner, Gardner, entre
otros, han dejado claro el papel de este campo del saber en el desarrollo
cognitivo integral del individuo. La investigación edu-artística
actual nos permitirá ahondar en metodologías, formas de conocimiento artístico,
sus valores, mejoras en su implementación, sus características y nuevas formas,
así como sus aportes a la cultura y sociedad. Todo esto sumado al interés
político para su fortalecimiento, contribuirá a una futura sociedad más
integral y armónica.
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