Tratado de ciencia abierta:
Una crítica a los costos por publicación y visualización en la academia
Open Science Treaty: A Critique of Publication and
Viewing Costs
Leonardo
Avendaño Rondon
Corporación Discimus
Fecha de
Recepción:
04 de junio de 2024
Fecha de
Aprobación:
02 de julio de 2024
ISSN: 2954-5781 (En línea)
DOI: http://doi.org/10.61447/20240601/editorial
Citar artículo como:
Avendaño,
L. (2024). Tratado de Ciencia Abierta: una crítica a los costos por
publicación y visualización en la academia. Discimus.
Revista Digital de Educación, 3(1), 4-8.
http://revistadiscimus.com
Introducción
La Ciencia Abierta ha
ganado fuerza como un paradigma esencial en la búsqueda de una sociedad más
equitativa, donde el conocimiento se considera un derecho humano universal. Sin
embargo, observamos con preocupación cómo el afán de lucro ha permeado el ámbito
académico, principalmente a través del cobro de tarifas por publicación (Article Processing Charges, APC)
y la restricción del acceso a la información mediante sistemas de pago. Desde
la Corporación Discimus y la Revista Discimus, se considera que estas prácticas socavan la
esencia misma de la academia y obstaculizan el libre flujo del conocimiento.
En 2021, la UNESCO adoptó
la Recomendación sobre Ciencia Abierta, un marco internacional diseñado para
hacer la ciencia más accesible, inclusiva y transparente. Esta recomendación
destaca la importancia de la colaboración y el intercambio de información para
el avance de la ciencia y el bienestar de la sociedad. Reconociendo que se
puede reducir las brechas en tecnología e innovación entre y dentro de los
países, la UNESCO aboga por acciones concretas para una operacionalización
justa y equitativa de la Ciencia Abierta a nivel global, regional, nacional e
individual. La recomendación promueve el acceso libre a publicaciones
científicas, datos de investigación y otros recursos, fomentando una mayor
participación de actores diversos y subrepresentados en la comunidad
científica.
El conocimiento es un
bien común al que todos deberían tener acceso sin restricciones. La Declaración
Universal de los Derechos Humanos, en su artículo 27, establece el derecho de
todas las personas a participar en el progreso científico y disfrutar de sus
beneficios. La imposición de barreras económicas para la publicación y el
acceso a investigaciones académicas contradice estos principios.
En la era de la
información, es imperativo que el conocimiento científico sea accesible para
todos, sin importar su origen socioeconómico o geográfico. La ciencia abierta
promueve la colaboración y el intercambio de información, esenciales para el
avance del conocimiento y la resolución de desafíos globales. El conocimiento
debe estar al servicio de la humanidad y no ser una mercancía.
El modelo de negocio
basado en el cobro de APC (Article Processing Charge) para la publicación de artículos científicos ha
ganado terreno en los últimos años. Este modelo representa una carga económica
significativa para los investigadores, especialmente aquellos del sur global,
perpetuando desigualdades existentes en el acceso al conocimiento. Por ejemplo,
el costo promedio de publicar en una revista categorizada en Q1, Q,2 es de
aproximadamente $3,000 USD, lo que excluye a muchos investigadores de países con
menos recursos.
Un alto factor de
impacto, frecuentemente asociado con revistas de acceso restringido, se ha
convertido en una medida de prestigio y éxito académico. Sin embargo, este
indicador a menudo es inflado por prácticas cuestionables de citación y
estrategias comerciales. La ciencia abierta, por el contrario, busca
desmantelar estas barreras y promover una evaluación más justa y transparente
de la calidad científica.
La Ciencia Abierta no
solo democratiza el acceso al conocimiento científico, sino que también
facilita su carácter popular y uso adecuado en diversos contextos. Esto amplía
las condiciones para que el conocimiento sea apropiado y aplicado por un
público más amplio, promoviendo un impacto social más significativo.
La práctica de inflar
currículos mediante el pago a revistas depredadoras ha generado preocupación en
la comunidad académica. Algunos investigadores, bajo presión, recurren a estas
revistas, que ofrecen una publicación rápida sin un riguroso proceso de revisión
por pares. Este comportamiento compromete la calidad y credibilidad de la
investigación. Desde la Revista Discimus, denunciamos
enérgicamente estas prácticas y reafirmamos nuestro compromiso con la
integridad y autenticidad en la investigación académica.
Además, la carrera
frenética de los centros universitarios por alcanzar altos factores de impacto
ha llevado a que se exija a los investigadores más énfasis en la cantidad de
publicaciones y citas que en la calidad de su trabajo. Este enfoque crea un entorno
donde la calidad y la innovación pueden verse comprometidas. En la Corporación Discimus y la Revista Discimus,
tomamos distancia de estas prácticas y abogamos por un sistema de evaluación
que priorice la relevancia, la transparencia y la contribución genuina al
conocimiento científico.
Estamos comprometidos con
los principios de la ciencia abierta. Creemos que el conocimiento debe ser
libremente accesible y que la difusión de la investigación científica no debe
estar condicionada por la capacidad de pago de los autores o los lectores. Nuestra
misión es facilitar el intercambio de información y fomentar una comunidad
académica inclusiva y colaborativa. Por ello, implementamos políticas que
eliminan las tarifas de APC y promovemos el acceso abierto a todos los
artículos publicados en nuestra revista.
Llegados a este punto es
necesario reiterar que defendemos la ciencia abierta como un medio para
democratizar el acceso al conocimiento y fomentar una cultura académica basada
en la colaboración y la transparencia. Invitamos a toda la comunidad científica
a unirse a este movimiento y trabajar juntos por un futuro donde el
conocimiento sea verdaderamente un derecho humano accesible para todos.
Desde esta editorial
invitamos a pensar algunas soluciones posibles:
El compromiso con la
ciencia abierta requiere un cambio de paradigma en la forma en que valoramos y
evaluamos la investigación. En lugar de enfocarnos en métricas superficiales
como el factor de impacto, debemos promover una evaluación integral que considere
la calidad y relevancia del trabajo científico, así como su contribución al
bien común. Este enfoque permitirá una ciencia más inclusiva y equitativa,
reflejando el espíritu de colaboración y descubrimiento.
Desde la Corporación Discimus y la Revista Discimus,
reafirmamos nuestro compromiso con estos principios y nos esforzamos por la
integridad y accesibilidad en el panorama académico. Creemos firmemente que el
conocimiento es un derecho humano y que su libre acceso es esencial para el
progreso y la justicia social.
La Ciencia Abierta no
solo democratiza el acceso al conocimiento científico, sino que también
facilita su popularización y uso adecuado en diversos contextos. Esto amplía
las condiciones para que el conocimiento sea apropiado y aplicado por un
público más amplio, promoviendo un impacto social más significativo. Por
ejemplo, eliminar las tarifas de publicación permite que investigaciones
relevantes lleguen a comunidades que pueden beneficiarse directamente de estos
hallazgos, contribuyendo así al desarrollo local y regional.