Discimus: proyecto editorial público
2025-05-08
El conocimiento, en tanto bien común, debe ser accesible, compartido y construido colectivamente para contribuir a la transformación de las realidades sociales, culturales y educativas. Cuando se convierte en mercancía, pierde su vocación emancipadora y se somete a lógicas de exclusión que privilegian a quienes pueden pagar por producir o acceder a él. Defender el conocimiento como bien público implica, por tanto, cuestionar las barreras económicas y simbólicas que dificultan su libre circulación, especialmente en contextos educativos donde su apropiación resulta fundamental para el desarrollo humano y comunitario.